Fuente: La tercera.
Señor Director:
No es la primera vez que el Mineduc hace una propuesta como la de incorporar Filosofía a Formación Ciudadana. Cabe suponer que se basa en buenas intenciones, como mejorar la educación de jóvenes que no salen del liceo con competencias suficientes en lenguaje y matemáticas. Las personas del Mineduc seguramente piensan que destinar horas a la filosofía parece un lujo innecesario o una perdida de tiempo.
Sin embargo, una propuesta de este tipo sólo puede explicarse por la ignorancia de sus autores. La Filosofía se ha cultivado en sociedades y épocas muchísimo más precarias y menos equitativas que la chilena actual. Las competencias lingüísticas y lógicas generadas por la lectura y producción de textos filosóficos son insustituibles y, a la vez, aplicables a todas las otras áreas del conocimiento y del quehacer profesional.
Evidentemente no se necesita ser filósofo para pensar. Pero tampoco se necesita ser matemático para tener pensamiento abstracto, ni ser poeta para saber expresarse. Para pensar, hablar correctamente y manipular objetos ideales - cosas que todos tenemos que hacer en nuestra vida profesional - se necesita aprender literatura, matemáticas y también filosofía.
Es triste e insólito tener que explicarles a los funcionarios del Mineduc algo que la civilización occidental ha sabido desde siempre. Lo que debe pedirse es más y mejor filosofía en los colegios. Sobre todo en el Chile de hoy, que parece urgido por comprender lo que nos está sucediendo y por encontrar mecanismos efectivos y perdurables para la trasformación de la realidad.
Juan Manuel Garrido
Director Doctorado en Filosofía.
Universidad Alberto Hurtado.